La fibromialgia es una enfermedad crónica, generalizada que se caracteriza por dolor de larga duración en los músculos y en las articulaciones de todo el cuerpo. Suele ser especialmente intenso en algunas zonas como la occipital y cervical. En la parte alta y baja de la espalda, rodillas, codos y glúteos. La intensidad del dolor varía de día a día y puede cambiar de lugar pudiendo llegar a ser más severo en las partes del cuerpo que más se usan, cuello, hombros, caderas y pies. También son frecuentes los trastornos del sueño, el cansancio, la rigidez y sensación de hinchazón y entumecimiento de las articulaciones, alteraciones intestinales con estreñimiento seguido de descargas diarreicas, sequedad de boca, acidez de estómago o exceso de gases. Al igual que el dolor el resto de síntomas también varían de intensidad unos días de otros. Algunas personas sienten dolor en el pecho, palpitaciones o sensación de falta de aire.
Otro síntoma muy común es el “síndrome de las piernas inquietas” que se caracteriza por la necesidad imperiosa de mover las piernas sobre todo cuando se está descansando o en reposo. Con frecuencia los enfermos padecen dolor de cabeza, vértigos, sensación de mareos, hipersensibilidad a la luz o a los ruidos. Algunas pacientes presentan dolor menstrual y al mantener relaciones sexuales.
La ansiedad y la depresión pueden empeorar con la falta de sueño y la tensión, y a la inversa, los síntomas dolorosos se agravan por el cansancio y la depresión. Es una enfermedad frecuente que afecta al 5% de la población, siendo mas común en las mujeres que en hombres adultos. Se desconoce la causa de esta enfermedad, su evolución es benigna sin riesgo para la vida sin provocar invalidez ni lesiones definitivas.
Su diagnóstico es fundamentalmente clínico, los resultados de radiografías, análisis de sangre y biopsias musculares son normales. No hay ninguna prueba diagnóstica específica, pero es importante realizar algunas pruebas analíticas para descartar otras enfermedades, como las reumáticas, la artritis o la osteoporosis que tienen síntomas similares y requieren otros tratamientos
En este momento no existe un tratamiento curativo para la fibromialgia pero si medidas para aliviarla y mejorar la calidad de vida.
El calor alivia el dolor, por ello es recomendable, duchas y baños calientes, aplicación de calor local.
Mantener buenos patrones de sueño con horarios estables tiene un efecto muy positivo, tomar infusiones calientes antes de acostarse, cenas ligeras y evitar por las tardes y noches bebidas excitantes y alcohólicas, comidas copiosas o muy especiadas.
De todas las recomendaciones en el tratamiento de la fibromialgia, hacer ejercicio físico y mantener un tono muscular adecuado es sin duda la más efectiva a largo plazo. Se aconseja realizar ejercicio físico aeróbico poco intenso, como natación, ejercicios de agua o bicicleta estática a velocidad e intensidad controlada. Al comenzar a realizar ejercicios puede producirse dolor muscular, si el dolor es intenso es indicativo de que se ha realizado un esfuerzo físico excesivo y debe disminuir la frecuencia o intensidad. Progresivamente aparecerá el efecto beneficioso del ejercicio físico y mejorará el estado general,disminuyendo el dolor y aumentando la resistencia al ejercicio y al esfuerzo físico.
Algo también muy importante para mejorar la salud “Que tu alimento sea tu primer medicamento” Lo dijo Hipócrates hace 24 siglos y desde entonces muchos le han dado la razón.