La rodilla es una articulacion muy vulnerable que soporta gran
cantidad de presión con las actividades cotidianas, como levantarse
y arrodillarse, subir o bajar escaleras y otras activiades de gran
impacto como correr o saltar.
Muchos de los problemas de rodilla son el resultado del
envejecimiento, del uso y desgaste continuo de la articulación
(artritis). Otros son resultado de lesiones.
Los más comunes son:
El esguince o distensión de los ligamentos y/o musculos de la
rodilla: este problema sucede cuando la rodilla sufre un golpe o una
torcedura repentina, los sintomas son dolorosos e incluyen
inflamación y dificultad para caminar. Es una lesión frecuente en
deportistas. El esguince de rodilla es un estiramiento o desgarre de
los ligamentos que soportan la rodilla.
Desgarre de cartilago: algunas lesiones o enfermedades pueden
desgarrar los meniscos, estos son las almohadillas de tejido
conectivo que amortiguan contra golpes y fricciones entre los huesos
y aportan estabilidad. Estos desgarros suelen ocurrir con los
esguinces. En ocasiones se debe de recurrir a la microcirugía para
reparar el desgarro.
Tendinitis: Consiste en la inflamación de los tendones que pude aparecer como
resultado del uso excesivo de un tendon durante ciertas actividades
como correr, saltar o ir en bicicleta.
Artritis: La osteoartritis es el tipo de artritis más común que afecta a
la rodilla. Este es un proceso degenerativo en el cual el cartilago
se desgasta gradualmente. Por lo general afecta a personas de mediana
o avanzada edad. Puede ser debido a una fuerza excesiva sobre la
articulacion, por ejemplo en lesiones repetidas o personas con
sobrepeso.
Existe otro tipo de artritis (la artritis reumatoide) que tambíen
puede dar problemas de rodillas dando lugar a la inflamación de la
articulación y destrucción del cartilago de la rodilla. La artritis
reumatoide suele afectar a personas más jovenes.