Estudios recientes han demostrado que en personas con hipertensión arterial después de una sesión de ejercicio físico dinámico de intensidad moderada como caminar rápido, jogging, bici de paseo, nadar suave… que se prolonga durante 30 o 45 minutos se produce una disminución de 10 a 20mmHg en la tensión arterial sistólica durante las tres horas posteriores. Esta respuesta puede prolongarse hasta 9 horas. En personas con hipertensión moderada se puede observar tras varias semanas de entrenamiento físico una disminución media de 8 a 10mmHg en la tensión sistólica y de 5 a 8mmHg en la diastólica de reposo
El descenso de la tensión arterial con el entrenamiento físico es mayor cuanto mayor sea la hipertensión del sujeto. Los sujetos con hipertensión más severa mejoran más que los que la tienen más moderada, mientras las personas que tienen una tensión normal disminuyen muy poco pero evitan el aumento de dicha tensión que se observa con la edad en las personas sedentarias.
¡¡Así que ya sabes, seas o no hipertenso toca moverse!!
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