El sedentarismo y la obesidad han multiplicado el número de diabéticos, para mejorar la esperanza de vida de estos enfermos hay que controlar los factores de riesgo asociados a ella. La diabetes es una enfermedad caracterizada por la elevación de los niveles de azúcar en la sangre. Niveles muy altos o muy bajos pueden dar lugar a complicaciones agudas que hay que tratar de forma rápida. Niveles altos mantenidos por largo tiempo provocan daño en las arterias de todo el cuerpo y a largo plazo deterioran diversos órganos, especialmente los ojos, riñones, nervios, corazón y vasos sanguíneos.
Existen varios tipos de diabetes, las de tipo 1 y del tipo 2. La del tipo 1 se da en edades tempranas normalmente antes de los 30 o 40 años, casi siempre se trata con insulina.
La del tipo 2 es más frecuente en personas obesas y de edad más avanzada. No siempre se necesita de la insulina, sobre todo al principio de la enfermedad y se controla con fármacos antidiabéticos y dieta especial.
Causas de la diabetes: El envejecimiento de la población y los cambios en los estudios de vida son los dos factores que más influyen en el incremento progresivo de la diabetes. Así el cambio en los hábitos alimentarios y el creciente sedentarismo e inactividad física, que provocan aumento de peso, tiene consecuencia muy directa con la enfermedad, y está aumentando en todo el mundo.
Recomendaciones: No descuidar la alimentación que recomienda el médico, si es fumador es prioritario abandonar definitivamente dicho hábito, y practicar ejercicio.
Se debe practicar ejercicio moderado y adaptado a las posibilidades de cada individuo, esto es una excelente manera de tener controlada la diabetes. También hay que tener precaución en la practica de ejercicios muy intensos ya que podrían provocar hipoglucemias. El ejercicio será eficaz si se realiza todos los días de la semana, al menos durante 30 minutos de forma moderada, los más recomendados para pacientes diabéticos son caminar, trotar suave, bailar, nadar, montar en bici, circuitos de trabajo cardiovascular y de resistencia.
Alimentación: evitar los alimentos con alto contenido en hidratos de carbono de absorción rápida (azúcar, pasteles, harinas, tartas, etc.…)
La dieta mediterránea con su gran variedad de productos de origen vegetal como frutas, verduras, legumbres, frutos secos, etc. es fantástica. El uso aceite de oliva, lácteos desnatados, pollo y pescado de forma moderada. Evitar el consumo de carnes rojas y grasas trans. Limitar muchísimo el consumo de alcohol que favorece las hipoglucemias.
Este cuerpo puede traerte entre otras multiples enfermedades la diabetes ¡¡Cuidate!!
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