martes, 15 de febrero de 2011

Los 4 Principios del Entrenamiento

Para que tengas los mejores resultados con tu entrenamiento deberás tener en cuenta los siguientes principios fundamentales:

1- El calentamiento: es el primer paso fundamental antes de realizar cualquier tipo de ejercicio, prepara el sistema cardiovascular, respiratorio y locomotor para la actividad posterior mas intensa. De esta forma prevenimos lesiones y facilitamos la actividad. Jamás debe omitirse el calentamiento.

2- La adaptación: es el principio que busca el desarrollo del máximo número de cualidades, desarrollando una gran variedad de movimientos que permitan rendir al máximo en cada especialidad. Esto se consigue a través de la polivalencia. Estos nuevos hábitos motrices se realizan sobre aprendizajes anteriores, esto ayuda a no estancarse en un solo tipo de entrenamiento.

3- La compensación: el entrenamiento es efectivo cuando se permite reponer energías perdidas durante el esfuerzo, esta recuperación puede ser activa (haciendo ejercicios más suaves) o total ( parar por completo). El tipo de recuperación dependerá del tipo de ejercicio realizado, contra más fuertes sean los ejercicios, mayor recuperación se necesita. Precisamente el entrenamiento acelera los procesos de recuperación del organismo durante el ejercicio. El organismo recupera energías además de acumular potencia muscular para próximos entrenamientos. Cuando los descansos son demasiado cortos provocan sobreentrenamiento al no haber permitido la recuperación del organismo. Lo ideal es realizar de 3 a 4 entrenamientos fuertes en días seguidos para llegar al agotamiento muscular, después pasar a entrenamientos más suaves para que el organismo responda supercompensando. También es recomendable alternar semanas fuertes con semanas suaves en las que se produce hipercompensanción.

4- La continuidad: todo entrenamiento realizado esporádicamente no conduce a resultados positivos pues sus efectos se disipan en el tiempo. Si quieres obtener desarrollo en tus cualidades físicas debes crear continuidad en el tiempo. Toda actividad iniciada e interrumpida ni crea hábito ni te entrena. El trabajo continuado produce mejoras en tus capacidades, pero deben ser lo suficiente frecuentes para contribuir al desarrollo fisiológico. Lo mínimo que puedes entrenar serían 3 veces por semana para conseguir un desarrollo apreciable, pero para mejorar la resistencia, la flexibilidad y conseguir objetivos de perdida o control de peso lo adecuado es un trabajo diario.

¡¡No olvides que si comes todos los días, debes hacer ejercicios todos los días!!

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